EL SABIO




Cuentan que, en un antiguo reino, habitaba un hombre que era conocido en todas partes por su gran sabiduría. Al comienzo sólo aconsejaba a sus familiares y amigos cercanos. Sin embargo, su fama creció tanto que el propio soberano lo llamaba frecuentemente para consultarlo.

Todos los días llegaban muchas personas a recibir sus sabios consejos. Sin embargo, el sabio notó que había varios que iban todas las semanas. Lo peor es que siempre le contaban los mismos problemas y luego escuchaban el mismo consejo, pero no lo ponían en práctica. Todo se había convertido en un círculo vicioso.


Un día, el sabio reunió a todos esos consultantes frecuentes. Luego les contó un chiste tan divertido, que llevó a que casi todos se desternillaran de la risa. Después esperó un rato y volvió a contar el mismo chiste. Siguió contándolo por tres horas. Al final, todos estaban desesperados. Entonces el sabio les dijo: “¿Por qué no pueden reírse varias veces del mismo chiste, pero sí pueden llorar mil veces por el mismo problema”.

¡¡ESPERAMOS VUESTROS COMENTARIOS!!


Comentarios

  1. Si no pones en practica los consejos, de que te sirve escucharlos una y otra vez.

    ResponderEliminar
  2. El sabio, quiso dar una lección a todos los llorones que iban a molestarlo pidiendo consejo, pero que luego no ponían en práctica los consejos, y luego volvían otra vez llorando con sus problemas. Así que para que pedir consejo,para luego hacer uno lo que le da la gana. Es como mi madre que me pide que le recomiende una película buena de la tele, y acaba viendo siempre a la Pantoja. Para eso no le recomiendo nada, y me ahorro mi tiempo.
    Jose Antonio Glez

    ResponderEliminar
  3. Pedir consejo no quiere decir que este lo pongas en practica. Te reservas el hecho de actuar o no en función de la respuesta. AVATAR

    ResponderEliminar
  4. Siemore hay que ser optimista en la vida pese lo que pese. David R.

    ResponderEliminar
  5. El sabio tenía toda la razón, si no vas a hacer caso de los consejos que te dan lo mejor es que no hagas perder el tiempo a nadie.
    Por otra parte es verdad que cuando las cosas van bien no nos paramos a pensar lo bien que van, sin embargo cuando las cosas van mal parece que nos lleva mucho tiempo pensar en ello.
    Emi

    ResponderEliminar
  6. El hombre sabio ya estaba hasta las narices de que no le hicieran caso de los consejos que les decía un día tras otro y les quiso dar una lección Jacobo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario