AJOLOTE MEXICANO

Me voy a presentar,ya que algunos habéis mostrado interés: soy el AJOLOTE MEXICANO, una criatura fascinante a la par que intrigante.

(Y según los complicados seres humanos soy un animal vertebrado, un anfibio del orden Caudata(a la que pertenecen también las conocidas salamandras) y del género Ambystoma)

Parezco un renacuajo gigante, a primera vista. Sin embargo, presento unas características bastante peculiares: soy una salamandra alargada de tronco compacto, cabeza grande y ojos pequeños (carentes de párpados). Mi boca posee una gran capacidad, y tiene unos dientes diminutos que se disponen en hileras a la entrada de la cavidad oral. Me asemejo a las ranas en cuanto que presento una lengua retráctil, y utilizo las branquias laterales externas del cuello para respirar, de hecho, los “pelillos” que me veis son capilares externos que me sirven para hacer el intercambio de oxígeno. Los agito ligeramente, a cada rato, para mover el agua que me rodea.

Mis pulmones apenas se han desarrollado en su totalidad, pero, pese a ello, subo ocasionalmente a la superficie para tomar aire. Ahhh! y también puedo respirar a través de la piel. Soy una especie endémica de México, no en vano solamente me encuentras en el lago de Xochimilco, donde sobrevivo en peligro crítico desde 2006.

Qué comerá este ajolote, os estaréis preguntando.

Pues bien, como buen carnívoro como lo que está a mi alcance: pequeños crustáceos, larvas de insectos, gusanos, babosas, caracoles, lombrices, renacuajos y algún pez.

Que más os puedo decir, que puedo llegar a medir entre 25 y 30 cm, que soy de carácter tranquilo y pasivo, aunque cuando me alimento puedo morder a un compañero o amputarle una parte del cuerpo sobre todo en cautiverio (no os lo había dicho para que no me miraseis de mala manera), que soy un animal de agua fría, que en cautividad debo mantenerme entre los 16 y los 18ºC, además me comunico principalmente a través de señales visuales y químicas durante el apareamiento, y finalmente deciros que no soy el único ajolote que existe, podemos ser:

• Albinos( ojos blancos)
• Blancos (ojos negros)
• Blancos parciales( manchas negras y/o marrones aparte del cuerpo blanco)
• Pardos(con coloración verde oscura) o negros

Y os voy a contar un secreto: Tengo la capacidad de identificar campos eléctricos, habilidad que uso para cazar a mis presas. También uso mi visión y señales químicas para percibir mi entorno y descubrir a las presas

¿Sabías que?

1. Soy más resistente que Chuck Norris.

Soy capaz de regenerar algunas partes de mi cuerpo en caso de pérdida. Esta capacidad, sin embargo, es una de las causas que me ha puesto al borde de la extinción, debido a mi explotación desmedida para fines medicinales. Se me ha utilizado para estudios de regulación de la expresión genética, embriología, neurobiología y regeneración.

No importa cuántas veces pierda una pata o la cola, puedo regenerarla en cuestión de semanas, con todos los huesos, músculos y nervios. También puedo regenerar la médula espinal o incluso partes de mi cerebro. Fascinante es que además puedo reparar otros tejidos-como el retinal- y curar heridas sin dejar cicatrices.

2. Soy eternamente joven

A diferencia de la mayoría de los anfibios, yo nunca me transformo en salamandra adulta. Me quedo en modo "renacuajo sexualmente maduro" porque conservo para siempre mis características juveniles. Este fenómeno de "juventud eterna" se llama paedomorfosis o neotenia.

Eso sí, ante situaciones estresantes ( sí, yo también me estreso), como cambios bruscos de temperatura o la contaminación del agua puedo perder mis características juveniles y adopto otras parecidas a las de las salamandras para sobrevivir en esos ambientes y fuera del agua

3. Soy transparente (antes de nacer)

Investigadores médicos y biólogos dicen acerca de mis embriones: “Son ideales no solo por el tamaño, sino porque son transparentes”. “Al colocarlos bajo el microscopio podemos ver su desarrollo, la reproducción celular, la formación de la médula, etc. También son ideales para hacer modificaciones a nivel genético. Por eso el ajolote es un modelo de estudio completo”. “Estos anfibios pueden depositar entre 100 y 300 huevos, los cuales se adhieren a rocas o a la vegetación acuática”. “ Los bebés ajolotes nacen entre 10 y 14 días después y no reciben ninguna ayuda de sus padres en ningún momento”.

4. Mi genoma, grande que King Kong

Un equipo de investigadores dirigido por científicos en Viena, Dresde y Heidelberg descubrió otra curiosidad más: mi genoma es enorme. Mi especie cuenta con aproximadamente 32.000 millones de pares de nucleótidos de ADN, eclipsando sobremanera al genoma humano (unas 10 veces más pequeño). Se trata del genoma más grande jamás secuenciado.

5. Soy inspiración para escritores

El novelista argentino Julio Cortázar hizo un cuento sobre mí. Hace referencia a un hombre que llega a identificarse poderosamente con unas criaturas después de verlas en un jardín botánico parisino. La historia comienza con una frase memorable: “Hubo un tiempo en que pensé mucho en los ajolotes. Fui a verlos en el acuario del Jardin des Plantes y me quedé durante horas observándolos, observando su inmovilidad, sus débiles movimientos. Ahora soy un ajolote”.

 6. Tengo mi leyenda

Si quieres conocer la leyenda azteca sobre mi, puedes ver el siguiente  video:   vídeo de ajolote-leyenda

Ademas aquí tenéis algunos vídeos míos

Video 1

Video 2

Video 3

Después de conocerme un poco más, decidme que opináis, no os cortéis, si además de raro, no os gusto, podéis decírmelo a la cara. ¿Alguno me tendría como invitado en casa?

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